1.1. INTERCULTURALIDAD
El término “intercultural” aparece en el ámbito educativo con la finalidad de superar las carencias de conceptos que no reflejan suficientemente dinámica social y las nuevas construcciones socioculturales. Giménez y Malgesini refieren que “...lo intercultural subraya la comunicación e intercambio entre formas culturales diversas (2000, p. 15).[1]
De igual manera, y tratando de definir el término Interculturalidad, Teresa Aguado menciona que (2003, p. 14)[2]:
ü La noción de Interculturalidad introduce una perspectiva dinámica de la diversidad cultural.
ü Se centra en el contacto y la interacción, la influencia mutua, el sincretismo, esto es, en formas de interacción sociocultural cada vez más intensas y variadas en un mundo cambiante debido a la globalización económica, política e ideológica, y a las innovaciones en comunicaciones y transportes.
ü Encuentran su lugar en ámbitos de educación no formal (animación sociocultural, formación permanente, educación social) y tienen en el sistema educativo su propio reto.
Es de hacer mención que el término “interculturalidad” es un término en construcción. Sin embargo, sí es posíble comentar que la interculturalidad concibe la educación como construcción cultural llevada a cabo en ámbitos donde conviven referentes culturales diversos. Esta diversidad se contempla como positiva, como una posibilidad de enriquecimiento mutuo, que implica construir algo nuevo a partir de lo ya existente, que todo grupo humano es diverso culturalmente y puede ser descrito en función de sus características culturales.
1.1.2. Definición de Pedagogía Intercultural
Teresa Aguado destaca que “La pedagogía intercultural considera que toda educación es proceso de construcción cultural, de cambio y transformación de referentes culturales; y también es producto de dicho cambio y construcción. La cultura se entiende como significados compartidos los cuales nos permiten dar sentido a los acontecimientos, a los fenómenos a la conducta de los demás y de uno mismo. Tiene que ver con los valores, creencias, expectativas, intereses y formas de ver el mundo, que compartimos con otros... La cultura se contempla como un constructo en permanente cambio” (2003, P. XVII).[1]
De igual manera, sostiene que “El enfoque intercultural en pedagogía señala que las diferencias interculturales son la norma y están presentes en toda reflexión y práctica educativas. El riesgo del que hay que advertir es el de que con demasiada frecuencia, se utilizan las características culturales como etiquetas con las que clasificar y seleccionar a personas y grupos, como coartadas para justificar discriminaciones, como recursos que perpetúan prejuicios en relación a determinados grupos o personas. En pedagogía, es preciso tener en cuenta que todos los grupos y personas tenemos características culturales diferentes (visión del mundo, expectativas, creencias, significados compartidos en diferentes grupos) que influyen en nuestro aprendizaje, en los procesos y en los resultados. Así, es evidente que la enseñanza debería modularse en función de tales características” (2003, P. XVII).[2]
De esta manera, podemos concluir que la Pedagogía Intercultural se encarga de la educación y la enseñanza, teniendo como objetivo proporcionar guías para planificar, ejecutar y evaluar procesos de enseñanza y aprendizaje, aprovechando las aportaciones e influencias de diversas ciencias, como la psicología intercultural y otras, y se encarga de investigar la manera de organizar mejor sistemas y programas educativos, con el objeto de favorecer al máximo el desarrollo de las personas y las sociedades; estudiando la educación en todas sus vertientes: escolar, familiar, laboral y social.
La Psicología, como disciplina científica, se ha desarrollado a partir de fundamentaciones teóricas alejadas del reconocimiento de la relevancia de los contrastes culturales en la explicación de los fenómenos estudiados. En su lugar, ha elaborado constructos que explican el funcionamiento individual, eludiendo los componentes colectivos.
Sin embargo, y en palabras de Teresa Aguado: “Para la Psicología Social el objeto fundamental de investigación es el funcionamiento de la mente individual en sociedad. Los seres humanos vivimos sociedades, grupos y culturas; organizamos de forma natural nuestras vidas en relación con otros seres humanos y estamos influidos por nuestra historia social, nuestras instituciones y actividades. Los psicólogos sociales adoptan el supuesto según el cual existen procesos psicológicos (percibir, sentir, pensar, recordar, evaluar, etc.) que determinan la forma en que funciona la sociedad y la forma en que tienen lugar la interacción social. También se adopta el supuesto de que los procesos sociales, a su vez, determinan las características de la Psicología humana” (2003, p. 22).[3]
Esta misma autora, destaca que en la Psicología Educativa se “...destacan las aportaciones del paradigma histórico-cultural, el cual sitúa el foco de atención, a la hora de contemplar los fenómenos psicológicos, en el papel que la cultura desempeña en la formación y desarrollo de las funciones psíquicas a través de la Interiorización de los instrumentos culturales por el niño, facilitados por distintos agentes educativos y en distintos contextos” (2003, p. 24).[4]
Es preciso superar toda visión restrictiva y abandonar la dicotomía entre lo individual y o social ya que los procesos sociales están implicados en todas las fases de las actividades de aprendizaje, incluso las que se realizan con el esfuerzo individual.
Es justo dar cuenta que la importancia de dirigir esta investigación mediante ambas concepciones epistémicas de ver la Interculturalidad, tanto de la Psicología Intercultural como de la Pedagogía Intercultural: ambas nos proporcionan elementos teórico-conceptuales suficientes y vastos para analizar nuestra investigación y descubrir las posibles diferencias interculturales entre estas dos comunidades ya mencionadas, bien sea en lo pedagógico, o en lo psicológico.
A continuación, describiremos los test que ayudarán al cumplimiento de dicho cometido: “Escalas Mccarthy de Aptitudes y Psicomotricidad para Niños”, así como el “Test de las Matrices Progresivas de Raven”, los cuales, son una prueba que mide la Inteligencia de manera cualitativa y cuantitativa. Por ello podrán dotar de información suficiente para analizar los procesos de inteligencia en los alumnos de cada cultura y, por ende, compararlos.
[1] GIMÉNEZ, C. y MALGESINI, G. Guía de conceptos sobre migraciones, racismo e interculturalidad. Edit. Catarata. Madrid 2000, p. 4.

No hay comentarios:
Publicar un comentario